El problema es que no sabes con quien soñar.

Hacía mucho tiempo que no me pasaba por aquí, supongo que cuando él se va, la inspiración se va con él. Pero en mi caso han sido ellos, por lo visto llevo casi dos años sin escribir. En estos dos años, han pasado muchos tíos en mi vida, de los cuales solo dos me han merecido la pena, supongo que Paulo Coelho no tenía del todo razón en eso de que en tu vida, vas a tener dos amores, uno en el que te darás por vencido y otro con el que te casarás y tendrás hijos, ya que, yo opino que en los dos, tarde o temprano, te acabarás dando por vencido.Hace dos años y medio conocí a un chico, del que desde el primer momento estuve enamorada, pero cuando me dí cuenta 27 meses después, es un amor de esos que siempre ha habido algo, pero sabes que nunca habrá nada más; de esos, en los que el orgullo puede más que cualquier cosa, y te acaban matando por dentro. Es un amor de los que te hace olvidar el daño que te ha hecho el resto, pero que cuando se va, te sientes vacía, como si hubieras dejado de cumplir con alguna de tus funciones vitales. El otro, es el típico amor de verano, que se acaba por la distancia y siempre te va a quedar la espinita ahí, y bueno, que contaros de este, que aún me tiemblan las piernas cada vez que le veo, se me corta la respiración y me cuesta hasta hablar. En este caso, es uno de esos que, después de estar llorando un año por él, te acabas dando cuenta de que nunca vais a poder estar juntos, y toca aceptarlo, siempre quedará el ser amigos.No pretendo inquietaros con mi vida, solo deciros que muchas veces, demuestra más el que más lejos está, y que todo pasa. Todo pasa siempre y cuando sepas con quién soñar.

Quiero soñar con algo que no seas tú.

Querido amor:
Ya van 351 días. Las malas lenguas, dicen que me estoy volviendo loca, que ya no soy lo que era, que ahora todo lo que necesito es un par de cigarrillos para sentirte cerca, porque ya es lo único que me queda de ti, el olor a tabaco. Que me estoy volviendo loca, que ya no soy lo que era, que ahora ven las marcas de mis lágrimas en la ropa y el rimmel corrido por mi cara, que antes, en cambio, sonreía, que me reía de todo, tuviese gracia o no. Que te has convertido en mi rutina, y que sin ti ya no soy, que eres costumbre para mí. Que en estos 351, no hay ni uno solo que no te haya echado de menos.

No fue lo que pudo ser, que extraña esta forma de doler. 

Querido amor:

Día 324. No tengo mucho tiempo, estoy petada a exámenes, pero si no escribo, siento que voy a reventar, no soy capaz de concentrarme, porque en mi cabeza solo estas tú. Mira, vamos ha hacer un pacto, tú desapareces de este pueblo, en el que te veo por todos los rincones posibles de él y yo te olvido, que al fin y al cabo, la distancia es el olvido. A veces, me gusta imaginarme lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuésemos tú y yo, todos los besos que nos hubiéramos dados y todos los momentos que  hubiésemos vivido juntos. Los anocheceres en la hierba, los amaneceres a tu lado, bailes bajo la lluvia, canciones de amor, escapadas por la noche, coger el primer tren que salga para desaparecer contigo... Porque ya sé que no te entra en la cabeza, que yo era la típica tía que pasaba de meterse en una relación seria, pero desde esa noche, tienes que entender, que si caes te levanto y que si no, me acuesto contigo. Que me da igual si follas o fallas, siempre y cuando sea conmigo, que sé, que ella estaba antes, que llevas un año y 13 días exactamente, pero los dos sabemos que no la quieres, pero yo ahí, ya no puedo hacer nada.

Hasta esta noche, en mis sueños.

Querido amor:
No sé porque escribo sobre ti, cuando lo único que quiero es olvidarte de una vez. no sé tienes esa puta facilidad de hacerme reír, pero también de hacerme llorar, quería decirte que en estos 323 días sin ti, no ha habido ni uno solo que no te haya tenido en mi mente. La gente solía decirme que no bebiera, que no tenía tantos problemas para estar todo el día borracha, pero claro, esa gente posiblemente no sabe lo que yo sé, sé que no soy ella y que nunca voy a serlo, y no sé, sé que el alcohol no es la mejor medicina, pero hace que ría y eso es un lujo que me hace olvidar que aún no te he olvidado. También tengo que decirte, que sueño contigo todas las noches, 323 sueños van ya, 323 amaneceres tristes porque me despierto y sé que no estás a mi lado, 323 días, en los que todo lo que bebo es tu ausencia. Que ya no puedo más, que la gente me dice que estoy bien, pero ellos no ven mis lágrimas todas las noches antes de dormir, ni saben que eres lo primero en lo que pienso antes de levantarme, que siempre tienes un hueco en mi cabeza para aparecer, y que es imposible, que por esta vez, la razón gane al corazón, porque al fin y al cabo, esos 3 meses que estuviste fuera de mi vida, no pasaba nada, podía soportarlo, pero volviste a aparecer y volvieron a mi los pinchazos en el pecho. Que si me ves con otro, no es porque te haya olvidado, es solo uno de estos rollos ocasionales para no sentirme sola. Y esa es la diferencia entre tu y yo, que si tu me ves con otro te da igual, pero cuando yo te veo con ella se me cae el cielo encima.

Y a buenas horas has llegado, yo que ya casi, casi te había olvidado, y ahora estoy aquí haciendo el inepto y podría pasar de ti, porque estaría más contento.

Quiero soñar con algo que no seas tú.

Porque no soy de esa clase de gente que cree que solo se puede ser feliz si se tiene un amor, que hay otras muchas razones por las cuales sonreír, pues sí, es verdad, estos últimos 10 meses sin ti me han enseñado mucho,   vale, lo reconozco, te quiero y te quiero como nunca había querido a nadie, pero sé vivir sin ti, eso lo he aprendido, que puede que no sea completamente sin ti, ya que estas cada segundo del día metido en mi cabeza y que por lo visto, te veo hasta en la sopa, peor bueno, de cierto modo me conformo con que me mires de vez en cuando, y les digas a tus amigos lo guapa que estoy. Pero eso es a todo lo que hemos llegado en 10 meses, porque cuando parece que por fin vas a decidirte ha hacer algo, llega otra, que no la quieres, lo único que es guapa y con un cuerpo de infarto y claro, así cualquiera. No he dejado de quererte y por el momento no parece que lo vaya ha hacer, porque llegaste de casualidad y lo cambiaste todo, con esa estúpida sonrisa y esa estúpida simpatía, que hacen que una se sienta pequeña a la vez que protegida. Lo que ninguno de los dos puede negar, es que ya no soy lo que era, desde que llegaste tú, ya no me río por todo, ya no tengo esas ganas de comerme el mundo, no sé si son efectos secundarios del amor, o simplemente que me estás jodiendo sin darte cuenta, pero es que quiero volver, volver a saltar, a besar sin pensar en ti, a dejar de soñar contigo, a no tener que depender de ti, porque yo, tengo muchas ganas de comerme el mundo y de sonreír como lo hacia antes.

Yo siempre he tenido al tío que me ha dado la gana, entonces creía que podía tenerlos a todos, y de repente llega uno por casualidad, que lo pone todo patas arriba, que sueño con él todas las noches, que soy incapaz de concentrarme porque esta rondando por mi cabeza, que estoy deseando salir a la calle para encontrármelo y aun que sea que me mire, y resulta que pasa de mi culo, entonces la autoestima baja y el miedo al fracaso aumenta.

Igual nunca llegues a leer esto, o quizás sí. Hoy hace nueve meses que paso algo precioso entre nosotros y hoy hace nueve meses que dejaste de hablarme, te quiero, ¿por qué no te lo dije? Porque no podía soportar un no como respuesta, prefería quedarme con la duda de si aquella noche de verano fue algo importante para ti, o si simplemente fui una más.
No podría soportar un no, así que pasaron meses sin que nos habláramos, solo miradas, y te eché de menos, de verdad, no sabes cuanto. Y cuando por fin decido olvidarte coges y apareces, como si nada, con esa eterna sonrisa y esos absurdos raps que haces, me dejas tu chaqueta para que no pase frío y me dices que me quieres ver, ¿esto qué es? que me quieres o que de repente quieres recordar viejos tiempos, lo has dejado con ella y no sé lo que pensar. ¿Por qué? Me he pasado años intentando que cayeras y un día así como si nada, sucedió y fue precioso y ahora vuelves, solo quiero pedirte una cosa, por favor no te vuelvas a ir.

Porque te quiero, te quiero como nunca había querido a nadie y quiero ser la parte favorita de tu vida.

Te he echado de menos, todo este tiempo.